Martes, 28 de Abril
Dicen de las sirenas que desde tiempos inmemoriables atraen a los hombres a las profundidades del mar sin posibilidad de escapatoria.
Existe en la agreste costa de L’Empordà una “sirena” muy singular que ya no habita en el mar sino que emerge de él, contorneándose a lo largo de 100 metros de acantilado esculpido por la erosión; le llaman “Intrépida Sirena” y a pesar de haber sido desterrada de su mundo, sigue ejerciendo esa extraña atracción. Abel y yo caemos en la tentación y aceptamos el desafío de intentar conquistarla escalándola, con la ayuda inestimable de Josep, que ya se ha enfrentado a ella en una ocasión y es el único que podrá liberarnos en el caso de perder la batalla.
La recorremos primero de arriba a abajo en dos rápeles vertiginosos hasta situarnos a sus pies; su imponente silueta y relieve ante nosotros y el inmenso y embriagador mar detrás, cómplice progenitor, nos recuerdan que ya no hay otra salida que vencerla.
Josep inicia el ataque; se requiere una buena técnica de colocación y apoyo de pies para mantenerse en la lucha y dosificar bien el esfuerzo con los brazos para no sucumbir pronto. Sale completamente airoso del primer asalto. Abel se defiende también bien hasta reunirse con él, mientras que a mí me cuesta mucho más y me agoto demasiado. Unos minutos de tregua para recuperar fuerzas y segundo ataque que se convertirá en el último con la maestría de Josep. Ahora me enfrento yo de segundo porque necesito a Abel en la retaguardia para darme apoyo; estoy muy mermado de fuerzas y la “Intrépida Sirena” me envía al vacío varias veces; es una lucha desigual que voy ganando poco a poco, intentando encontrar los pasos, utilizando artimañas y, por supuesto, el impulso que Josep me manda desde arriba. Así llegaré al final, derrotado pero satisfecho de haber luchado con dignidad. Abel ha tenido que pelear más en este segundo enfrentamiento pero acaba mucho más triunfador.
Hemos disfrutado de los placeres de la Sirena sin dejarnos atrapar.
Si estáis preparados, enfrentaros a ella. Merece la pena.
Hasta la próxima…
falta un detalle a añadir: intrépido DAVID!!!! alucino te felicito, que valor! estamos colgados de una sola cuerda y flipaba contigo cuando veía como dices: “me envía al vacío varias veces” y lo pruebas una y otra vez hasta que resuelves el paso y el problema.
he aprendido mucho en esta vía, pies y cabeza, pies y cabeza.
un fuerte abrazo David y gracias Josep una vez más por jugártela por nosotros
a.ito
Gracias a vosotros! Un placer “jugar” con dos intrepidos marinos!!