Puente de Mayo por todo lo alto en la Ribagorza

PUENTE DE MAYO POR TODO LO ALTO EN LA RIBAGORZA

Jueves 1 de Mayo. Josep, Ann y yo nos encontramos a las 19.00h en el punto de reunión acordado para emprender los tres días de actividades previstas. Partimos hacia el albergue de Montfalcó, situado en la Serra del Montsec d’Estall y próximo al Congost de Mont-rebei,  majestuosa frontera natural entre Catalunya y Aragón. Sorprende la ubicación de este albergue en un precioso y apartado paraje que, a pesar de poder llegar con coche, transmite esa agradable sensación de aislamiento y tranquilidad más propia de refugios de alta montaña.

Llegamos a las 21.00h, nos instalamos rápidamente en la habitación compartida y a cenar. En el transcurso de la cena Josep intercambia impresiones con los encargados del albergue, muy amables y atentos, por cierto. La cosa empieza bien, buen ambiente, buena comida e instalaciones limpias y confortables. Después de comentar los preparativos y el plan del día siguiente, a dormir.

 

Viernes 2 de Mayo. A las 7.15h nos levantamos para desayunar y acometer el primer objetivo del fin de semana, la Cresta Urquiza-Olmo.

Emprendemos el camino desde el mismo albergue y tras 1h 30’ de aproximación nos situamos en el punto de inicio de la cresta; explicaciones de Josep y a encordarse, Ann de segunda y yo último de cordada.

Parece que va a ser un buen bautizo para Ann que casi se inicia en esto de la roca y para mí una oportunidad más de comprobar mi capacidad “escaladora”; ¡qué mejor para ello que esta Cresta!: 600 mts de recorrido, gran ambiente y verticalidad, resaltes, aristas, agujas, largos de V-V+ que te ponen a prueba, brechas y destrepes de patio considerable…y el omnipresente embalse de Canelles a nuestros pies; con todos esos ingredientes emoción asegurada.

Así que Ann y yo vamos progresando como podemos, ella aprendiendo a cómo ir haciendo los pasos en los tramos más tumbados y “arrastrándose” por la roca en los tramos más verticales, recurso común de la mayoría de los que empezamos a escalar cuando la cosa se pone tiesa y la confianza en los pies y en la cuerda es la justa, pero que ella utilizó con estilo propio y algo radical; suerte que poco a poco con las instrucciones de Josep se dio cuenta que es mejor intentar apoyar los pies y agarrarse dónde uno pueda que despellejarse los brazos y las rodillas cual serpiente en época de muda. Yo por mi parte voy progresando bastante bien aunque ir recuperando el material me complica bastante y Josep en ocasiones tiene que tensarme la cuerda para hacerlo. Se nota la falta de práctica en estos menesteres.

Largos, reuniones, descuelgues se van sucediendo hasta llegar a uno de los tramos más espectaculares, la “aresta esmolada”, un aéreo filo de roca de IV+/ Vº  de placa adherente y regletas cuya ejecución proporciona una buena dosis de satisfacción. Más adelante, la cresta se parte en una oscura y profunda brecha con tres bloques empotrados en el fondo; para franquearla, descuelgue de más o menos 35 mts en péndulo para situarse sobre el bloque de piedra más exterior y así acceder al siguiente tramo. Descenso algo complicado que sorprendentemente Ann y yo realizamos con éxito, aunque no sin dificultades.

Superado este tramo, afrontamos la parte final de la cresta y en cinco largos más  llegamos al final. Hemos empleado 7 horas en completar esta magnífica cresta. Regreso al albergue con breve visita a la bonita Ermita de Santa Quiteria.

Una vez en el albergue nos reunimos con Eli, otra participante que llegó el viernes para hacer las actividades del sábado y domingo. Cena a las 20.00h comentando la jornada. Primer día finalizado con éxito.

 

Sábado 3 de Mayo. Hoy madrugamos algo más y a las 7.00h ya estamos desayunando; Josep ha consultado la meteo y la previsión es de fuerte viento de norte y descenso notable de temperaturas en alta montaña. Propone cambiar los planes de hoy: en un principio estaba programado hacer la Cresta de Santorens y por la tarde aproximación al refugio libre para pasar la noche y al día siguiente ascensión a los Besiberris. Se mantiene lo primero, pero descartamos lo segundo y en su lugar buscaremos alojamiento en Pont de Suert y el domingo intentaremos alguna ascensión en la Vall de Boí, donde parece que el tiempo va a ser más estable.

Así que tomamos rumbo hacia nuestro destino del día y de paso paramos a ver la Torre de Viacamp, representativa fortificación defensiva (de restauración más que cuestionable) desde la que se puede gozar de bonitas vistas y aprender algo de historia. Agradable visita turística para empezar el día.

Seguimos hacia Santorens atravesando el embalse d’Escales, rodeado de paredes y crestas espectaculares reservadas a los escaladores más experimentados, y una vez en Santorens cogemos una pista hasta el lugar donde se deja el coche, les Planelles de Sodó. Desde aquí ya se divisa la cresta y por camino sin definir, campo a través e intuición de Josep llegamos al supuesto punto de inicio.

A priori esta cresta es más modesta que la Urquiza-Olmo, más corta, menor altura, menos ambiente, pasos más sencillos…. Su interés radica en que es poco conocida y apenas hay reseñas, es decir, que todo apunta a que es de aquellas de buscarse un poco la vida. Además hoy tenemos el viento, un elemento siempre condicionante en este tipo de terrenos. Pero bueno, como ganas y actitud no faltan allá que vamos; Ann segunda de cordada, Eli tercera y yo último (hala, a recoger trastos otra vez…).

El primer largo empieza animado, con un tramo de placa lisa en adherencia (buen calcáreo) y poco agarre de manos (aquí no irían mal los pies de gato). Josep tiene que ir equipando las reuniones y en algunos largos de más dificultad montar cintas y cordinos para que quien lo necesite, pueda hacer pasos en artificial.

Así vamos progresando los tres: Ann dejando poco a poco su estilo “reptador” de la primera jornada; Eli, a pesar también de empezar hace poco en esto, se desenvuelve bien y va acertando los pasos; yo sigo con mi batalla de compaginar escalada y recogida de enseres (al no estar la vía equipada, hoy tengo más trabajo); y Josep abriendo largos y tirando de la cuerda de vez en cuando para ayudar a subir.

De esta manera, pasada media cresta, llegamos a un paso algo delicado: dos agujas separadas por una brecha que habrá que sortear. Es el Pas del Gegant. Para subir a la primera aguja hay que superar un paso de V ligeramente desplomado y una vez arriba encarar la brecha. Seguramente hay varias formas de pasarla pero Josep nos sorprende al montar la cuerda a modo de tirolina entre la instalación de rápel de la primera aguja y la reunión que hay a media pared de la segunda.

Para hacer este paso, acto de fe total para nosotros: de espaldas al vacío, descolgarse un poco, baga de anclaje a la cuerda que hace de tirolina y soltarse para pasar por la cuerda al otro lado y alcanzar la reunión. Permanecemos colgados los tres en la reunión bastante rato azotados por el fuerte viento hasta que Josep asegura y equipa el siguiente largo de Vº (o más…) para subir a la segunda aguja. En estos momentos lo paso bastante mal: incómoda posición en la reunión sin apoyo de pies, viento, y vertiginoso patio a la derecha de la brecha. Al menos yo estaba deseando salir de allí. Ann y Eli tienen la situación más controlada.

Una vez superado este tramo nos encontramos con algún descuelgue más, mucho menos comprometido, hasta alcanzar el final de la cresta. Mirando hacia atrás la cresta recorrida, impone bastante más que la impresión que da durante la aproximación; seguramente su pared norte de más de 100 mts que queda a nuestra izquierda tiene algo que ver, así como el aéreo perfil de las dos agujas que hemos pasado con el embalse d’Escales de fondo. Sí, será más modesta que la Urquiza-Olmo pero no defrauda y deja muy buenas sensaciones. Hemos tardado 6 horas y toca bajar rápido porque el camino de descenso no es evidente y entra otra vez en juego la intuición de Josep.

Empezamos a bajar entre espesos matorrales y arbustos hasta encontrar una fita en lo que parece un “sendero” de piedra suelta a modo de tartera y bajando por él ya vemos el coche. Josep ha encontrado el camino (¿alguien lo dudaba?).

En marcha hacia Pont de Suert que se hace tarde y hay que buscar dónde dormir. Llegamos a las 20.00 y escogemos el hotel Costa, que Josep ya había visitado en anterior ocasión y del que tenía buena opinión. Acierto total, habitaciones nuevas y confortables y comida buena y abundante como pudimos comprobar en la cena y el desayuno del día siguiente.

 

Domingo 4 de Mayo. Nos levantamos a las 7.00h para preparar mochilas “alpinas” que hoy cambiamos la roca y la media montaña por la nieve y las cotas altas.

Después de desayunar, nos dirigimos hacia la estación de esquí de Boí-Taüll. Día espléndido, completamente despejado y viento nulo.

La idea es ascender a la Pica de Cerví que ya se avista desde donde estamos, pero por la “vía directísima” que propone Josep: es decir todo recto por la pala norte hasta situarnos en una pequeña canal que todo hace pensar que desemboca en la arista cimera. Es decir, todo tieso, sin concesiones.

Nos equipamos y empezamos a caminar, ganando altura por las desoladas pistas hasta situarnos en las primeras pendientes; calzamos crampones, nos encordamos al ensamble (¿sabéis quién va último?) y piolet en mano vamos progresando por la pala. Vamos a buen ritmo teniendo en cuenta que la pendiente no es nada desdeñable, rondará los 35 – 40 grados; suerte que con el rehielo de la noche anterior la nieve se encuentra en buenas condiciones y aguanta bien nuestros pasos.

Llegamos a un resalte de roca donde Josep monta la primera reunión y desde allí vemos la canal por la que pensábamos acceder está completamente helada, por lo que hay que buscar otra alternativa. Desde donde estamos un amplio corredor asciende hacia la izquierda y parece el acceso más evidente. Sube Josep, monta la segunda reunión y para arriba; en este punto, el ambiente alpino ya se hace notar: el inclinado corredor a un lado y al otro una estrecha y profunda chimenea que parece que se te va a tragar dan bastante respeto; a pesar de estar más que asegurados por Josep, clavar el piolet y anclarte a él da un plus de tranquilidad.

Aseguro a  Josep que se dispone a hacer el siguiente largo. En esta parte de la pared la pendiente se empina en algunos momentos hasta los 55/60º. Monta la tercera reunión en un alargado resalte de roca a modo de cueva desde el que las vistas hacia abajo son impresionantes. El siguiente largo hay que flanquear hacia la derecha y hacer un pequeño paso algo expuesto pero con buenos agarres de mano; superado este pequeño paso se llega a otro sencillo corredor al final del cual Josep monta la cuarta reunión.

Tras superar Ann la primera el flanqueo, sale Eli y cuando está a punto de superarlo, se le escapa el piolet. Yo, que la veo perfectamente desde la reunión me lamento porque hasta ahora no habíamos tenido ningún incidente y perder material siempre sabe muy mal, pero que se le va a hacer, pienso. De repente, veo que Eli se agacha, alarga la mano y voilà! lo recupera; increíblemente el piolet se ha “autodetenido” en menos de 2 mts que hay para despeñarse. Menuda suerte hemos tenido.

Desmonto reunión y paso yo, eso sí, con el piolet a la espalda; lección aprendida. Llegados a la cuarta reunión, simplemente un pequeño resalte de roca sin dificultad para salir de ella y último largo hasta situarnos en el acceso a la cima.

Pica de Cerví, de altura modesta, 2750mts, pero subirla por donde lo hemos hecho y la recompensa visual que nos ofrece justifican más que sobradamente esta ascensión: espectacular panorámica de 360º: Aneto, Besiberris , Peguera, Pedraforca, Turbón y muchos otros que fue nombrando Josep y no recuerdo…hasta se veía la Sierra de Guara y situábamos el Congost de Mont-rebei, lugar de inicio de estos tres días de aventura.

Nos tomamos nuestro tiempo para hacer fotos, comer algo y deleitarnos con el horizonte que nos rodea.

Descendemos al ensamble, resiguiendo la amplia cresta que va desde la cima hacia el este hasta encontrar la pala más idónea para perder altura y después por las pistas hasta el coche. Son las 17.00h. Nos cambiamos, rehacemos mochilas y vuelta a casa.

Han sido tres días de actividades de “altura”, de compartir experiencias, y de buen humor y convivencia; cada uno hemos conseguido nuestros objetivos dentro de nuestras limitaciones y estamos muy satisfechos; si a eso añadimos unos alojamientos y una comida excelentes, no hay duda, un fin de semana “por todo lo alto”.

Hasta la próxima…

David Herranz

fotos de Elisabet:

Aventures sobre Crestes i Neu… Maig’14 

 

6 comentaris

  1. Una gran crònica per una gran activitat. Per ser el primer cop per la companya Deu n’hi do ! Os felicito, sou unes feres !

  2. Si si, amb aquesta actitud cordadenca no hi ha obstàcles! Gràcies per la crònica…només falta detallar els plats, ja ja ja!

  3. grandíssims dos dies d’activitats…llàstima haver-me perdut la creta de Montrebei.

    Molt xula la crónica David, no t’has deixat res, de res ;-))))

    Fins ben aviat.

  4. Hola Miquel, que tal?; per lo que he vist a Guara tampoc us vàreu quedar curts! Quin munt d’activitats en quatre dies! A veure si coincidim algun dia!

  5. Doncs ara que ho dius, crec que si faig una mica de memòria encara podria fer crónica dels menús… però tranquil, que ja m’he enrolla’t bastant. Aixó de fer les cróniques dona una mica de mandra però la veritat que va bé per reviure les nostres aventures. Val la pena dedicar-li una mica de temps. Gràcies a vosaltres per compartir aquells tres dies.

    Que vagi bé!

  6. Hola Eli,

    Tranquila per la Cresta de Mont-rebei, ja caurà algun altre dia (però primer tens pendent L’Aneto, eh!). Que vagi molt bé el curs d’escalada! Cuidado, no sigui que t’enganxis, que després no pots deixar-ho!

    (per cert, quines fotos més “xules” de Guara)

    Fins la propera!

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