Revetlla

Hace unos años atrás no sabía lo que era La Mola. Tampoco sabía de la existencia de la palabra “Revetlla”.
Con lo cual no hubiera imaginado pasar una “Revetlla a La Mola”.
Somos Jana y seis humanos empatados: tres nacidos en el hemisferio sur y otros tres nacidos en el hemisferio norte. Vamos subiendo por donde supuestamente subían aquellos monjes de camino a Sant Llorenç del Munt; eso sí, posiblemente con mucho menos peso y distancia recorrida que ellos.
Casi sin darnos cuenta llegamos a la cima de La Mola, donde había varios grupos de personas en los alrededores conversando, ríendo o comiendo algo. Todas esas personas y nosotros mismos teníamos algo en común: estábamos golpeados por un inmenso y precioso círculo rojo que se iba escondiendo entre las montañas al noroeste.
Una vez que nos preguntamos si al otro día volvería a salir el sol, de agarrar los frontales y de que Jana tomara agua, emprendimos el camino hacia nuestro refugio para pasar la noche, pasando antes por el Morral del Drac.
En la bauma de sescorts nos plantamos para quedarnos. Mientras, Imma nos compartía sus galletas, Adriana calentaba agua para todos, escuchábamos los fuegos artificiales a lo lejos en la ciudad, Josep nos contaba algunas anécdotas (como la del francés abandonado por un burro intentando hacer fuego en aquel refugio), Corina nos hablaba de algunas tendencias del subconsciente, Josep María me enseñaba alguna expresión en catalán y otras personas compartían el espacio con nosotros.
Al menos yo, me dormí escuchando tambores, flautas y una voz preciosa cantando en el recinto.
A las 5 sonaron algunas alarmas, la más efectiva la de Josep, que nos invitaba a volver a prender el frontal y subir a La Mola nuevamente (no sin antes descubrir algunos rincones de los alrededores) para resolver la duda del día anterior: si el sol volvía a salir o no.
Por suerte para nosotros, y para el resto del planeta, el sol volvió a salir y nos regaló las vistas del Sant Llorenç del Munt i l’Obac y sus alrededores.
Emprendemos la caminata nuevamente hacia Matadepera donde dejamos la furgoneta, para volver a casa con el Domingo por delante.
La única inquietud que me quedó, es si el sol volverá a salir o no; y para eso habrá que volver a chequearlo en cualquier momento.

Gracias!

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