Sábado, 25 Octubre 2014
Después de un tiempo de sequía montañera, me apunto junto con Abel a las actividades propuestas por Josep para el fin de semana, con la idea, a priori, de que no parecen muy exigentes y me permitan reemprender el contacto de nuevo.
Quedamos a las 10.00h en Tárrega, habitual punto de encuentro con un servidor, y tras una parada en Balaguer para comprar un par de cosas que hemos olvidado y otra en Benabarre para desayunar algo y repostar, nos dirigimos hacia Escales para emprender la escalada programada para la jornada de hoy.
Llegamos a las 13.30h pasadas con un sol de justicia que calienta el pantano y la escarpada pared d’Escales. Es este un lugar que no deja indiferente a nadie, con la presa como telón de fondo y las prominentes crestas de roca que emergen de la pared y se elevan desafiantes hasta fundirse en las alturas; es como un pulso entre la intervención humana y los caprichos de la naturaleza, una lucha de protagonismo.
Tras mirar alguna reseña escogemos la vía Xin-Xan, según dicen, una vía equipada de 200mts de V/V+ amable y de buena roca. Para acceder al pie de las vías hay que cruzar la presa, saltar la barandilla y bajar por una escalerilla metálica hasta acceder a la pared más cercana a la presa; desde allí un paso lateral nos deja ya en las escaleras de bajada. Da la impresión que es de aquellos lugares de acceso “prohibido” pero “permitido”, siempre algo imponentes. Una vez abajo, nos encordamos con Josep por separado con dos cuerdas de 50 mts e iniciamos la escalada.
Dos primeros largos donde la progresión en adherencia prevalece y dos largos siguientes donde hay que buscar más apoyos de pie y presas de mano, pero que en cualquier caso otorgan una escalada con confianza no comprometida y de fluida progresión, a pesar del esfuerzo y la atención que requiere el grado de la vía y que se ven agravados por el sol que castiga la pared; así llegamos a una cómoda y amplia repisa final de vía, que en sí es la escapatoria y el regreso. Josep entonces advierte que hay un tramo más equipado; no tenemos reseñas pero, ya sabéis, vamos a probar. Así que sale Josep y viendo sus movimientos ya nos percatamos que ahí la cosa aprieta un poco más, incluso al poco de iniciar el largo nos deja montada una “tentación” en forma de baga para superar un paso más delicado. Mientras va subiendo Josep y esperamos nuestro turno, se nubla de repente y empieza a llover (si tanto calor no era normal…); son cuatro gotas de tormenta pero suficientes para hacernos dudar; Josep ya está en la R, así que no nos lo pensamos demasiado y para arriba, primero Abel y después yo. Efectivamente, este largo es más exigente y atlético, más técnico, más de “escalar” que la parte anterior. Abel y yo lo acabamos, eso sí, utilizando la baga de ayuda para superar el paso más complicado para nosotros. Ha valido la pena probar, ha sido un largo que te deja un buen sabor de boca. Una vez en la R rapelamos para descender de nuevo a la repisa y desde allí de regreso al coche. Son las 17.30h y seguimos nuestro camino.
Josep propone hacer un “break” en Pont de Suert para comer algo y reponer fuerzas antes de hacer la aproximación al refugio donde pasaremos la noche para acometer el domingo nuestro siguiente objetivo, la Cresta de Besiberris. Así, de paso, hacemos también el cambio de mochilas y de equipamiento tranquilamente. Todos de acuerdo, un descanso no irá mal y hasta podremos ver el evento deportivo del día futbolísticamente hablando, el R.Madrid-Barça; pues lo dicho, a las 18.00h tomamos posiciones en el bar escogido y a disfrutar del momento de relax (bueno, siempre que el futbol no te importe demasiado).
A las 19.30h reemprendemos el camino hacia el parking del refugio de Conangles, en la boca sur del túnel de Viella, lugar dónde dejaremos el coche y punto de partida de la aproximación al refugio libre de Besiberri; llegamos a las 20.30h ya de noche, cargamos mochilas y emprendemos nuestra ruta nocturna; hay que salvar 700 mts de desnivel al principio por pista y después por sendero ascendente hasta llegar al refugio; subimos a buen ritmo invadidos por el silencio de la noche y los sonidos de la naturaleza, con una extraña y embriagante sensación, y guiándonos con nuestros frontales que buscan las marcas y los hitos del camino; alguna parada para llenar agua y poco más, no es conveniente entretenerse.
En dos horas llegamos al refugio. Sorpresa! está prácticamente lleno, cosa que no esperábamos en absoluto; por suerte quedan dos plazas “decentes” y una pegada al techo no muy cómoda. Josep tiene el detalle de dejarnos los dos sitios buenos para nosotros y él intentará dormir en el otro. Cenamos algo rápido y al saco que a las 4.30h tocan diana.
Me preparo para otra noche en vela que sufro siempre que visito un refugio de estas características, pero inesperadamente consigo dormir más de lo previsto y hasta descansar; será que me estaré acostumbrando a este tipo de “alojamiento”. Llega la hora de levantarse; Abel parece que también ha pasado una noche aceptable pero Josep no ha podido conciliar el sueño; tras el desayuno exprés nos equipamos y a las 5.30h estamos en marcha; buena hora para afrontar con tiempo la jornada que nos espera.
De nuevo al amparo de nuestros frontales iniciamos la aproximación a la Cresta, llegando al punto de acceso a las 7:45h aprox., justo con las primeras luces del día; nos encordamos para entrar en la canal que nos situará en la Cresta propiamente dicha. Josep de primero, yo de segundo y Abel último de cordada. No empezamos bien, piso unas piedras inestables al salvar el primer paso y van a parar a Abel; por suerte no nos separa demasiada distancia y puede pararlas y apartarlas con las manos pero se hace una herida en un dedo que irá dejando rastro hasta que más adelante le hacemos una cura improvisada. Me disculpo, tengo que ir con más cuidado, no estoy acostumbrado a este tipo de terreno; no basta con ir trepando sin más, hay que vigilar dónde pones los pies y las manos, no todos los apoyos y presas son válidos; lección aprendida.
Al inicio cuesta coger confianza, la roca está muy fría y resbaladiza, Josep dice que presenta “verglass”; suerte que el grado de dificultad es bajo, de hecho no creo que se supere el IV, IV+ y en algún paso muy concreto. Vamos progresando algo lentos hasta llegar a la primera cima, el Besiberri Norte, 3014mts. Continuamos, queda mucho por delante. Salvando agujas, placas y fisuras, destrepes y algún rapel; tramos andando al ensamble y flanqueando; esta es la tónica de la cresta. Así, llegamos al Besiberri del Mig. Yo estoy bastante agotado, tengo las piernas más rígidas que un” clip” de Playmovil y medio mareado; se nota que no estoy en forma.
Por mí, tiraría para abajo, pero Abel está fresco y Josep me anima intentando convencerme de que el Besiberri Sur, nuestro último objetivo, no está tan lejos. Lo diviso y no me veo capaz de llegar pero tampoco quiero abandonar, no en esta Cresta. Así que comemos algo, descansamos un poco, me hago unas friegas en las piernas y seguimos. Por suerte para mí, ahora se suceden bastantes tramos que vamos caminando al ensamble lo que permite ir recuperando algo de fuerzas. Nos vamos acercando a una arista que tiene pinta de acceder directamente a la cima pero son palabras mayores; la flanqueamos por la izquierda sin perder demasiada altura hasta que Josep escoge un acceso que cree que nos va a ahorrar tiempo y metros aunque tendremos que escalar algo. Pues allá que vamos, un bonito paso que hay que mirarse bien pero que superamos con éxito Abel y yo (¿de dónde he sacado las fuerzas?), y de allí a la cima un trámite. Hemos llegado al Besiberri Sur, 3030mts, después de 2,5 kms y 6 horas de desafío a las alturas. Objetivo conseguido.
Satisfechos y ya más relajados iniciamos el descenso por el collado que une el Besiberri Sur con el Comaloformo; el regreso al refugio no es un camino de rosas; antes de recuperar el sendero que nos ha llevado esta mañana a la Cresta, hay que atravesar un extenso mar de bloques de granito que ponen a prueba tus rodillas y por el que hay que avanzar con precaución, algo que después de 9 horas que llevamos desde que hemos salido del refugio esta madrugada cuesta bastante. Incluso paramos en una de las islas de ese mar para recuperarnos; ahora estamos ya todos bastante cansados, incluso a Josep le está pasando factura la noche sin dormir. Después del último esfuerzo, llegamos al refugio a las 16.00h.
Recogemos los bártulos que habíamos dejado esta madrugada, comemos algo rápido y de regreso al coche.
Descendemos el sendero que atraviesa el bonito valle de Besiberri en un plácido atardecer decorado con los colores del otoño; bajando, la panorámica del Estany es como una postal. Parece imposible que no hace ni un día que pasamos por aquí a oscuras, sin saber todo lo que nos rodeaba. Es extraña la percepción espacio-tiempo en la montaña. Parece que ha pasado una eternidad desde que estábamos en los dominios de las alturas y la roca que ahora vamos dejando a nuestras espaldas.
A las 18.30h llegamos al coche justo cuando ya empieza a anochecer; nos cambiamos, trastos al maletero y de vuelta. Hoy tocará acostarse tarde.
Ha sido un agotador fin de semana, pero con esa ya habitual sensación de liberación y satisfacción que proporcionan estas escapadas “cordadencas”,siempre en buena compañía y llenas de buenos momentos.
Hasta la próxima….
Felicitat cracks!
Jo que em pensava que aixó de l’aventura i l’alta muntanya estaven en hores baixes i ens varem trobar el refugi a petar!; al final com que era impossible dormir a una estanteria vaig fer una “migdiada nocturna de sobre taula”…la nit del lloro!!!
Gràcies per la crònica David!, molt bona, com sempre!
noi….. que súper història… vaja ja deia jo que havia de repassar la web de cordada aquesta nit per algun motiu…. vaja, vaja,…
estàs preparat per a la/es pròxima/es al costat de casa teva??
Amistades Pelirrojas :: https://escalatroncs.wordpress.com/2012/03/01/amistades-pelirrojas/
Putes Mosques a Perles :: http://escalatroncs.wordpress.com/2012/02/22/putes-mosques-perles-alt-urgell/